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Mucha atención si te sale esto en la boca, tu cuerpo te está avisando

¿Alguna vez te has despertado por la mañana con una molesta llaga en la boca o un incómodo brote en el labio? Muchas personas confunden las aftas bucales con el herpes labial, pero en realidad son dos condiciones diferentes, con causas, síntomas y tratamientos propios. En este artículo te explicamos en detalle cómo diferenciarlos, qué los provoca y cómo tratarlos de manera adecuada.

¿Qué son las aftas bucales?

Las aftas, también conocidas como úlceras aftosas, son pequeñas lesiones que aparecen en el interior de la boca: en la lengua, encías, paladar o el interior de los labios y mejillas. Suelen ser redondeadas, de color blanquecino o amarillento, rodeadas de un borde rojizo. Aunque son dolorosas, no son contagiosas.

Causas principales de las aftas

  • Estrés y ansiedad.
  • Traumatismos en la boca (morderse la mejilla, uso de ortodoncia, prótesis dentales).
  • Deficiencias nutricionales (vitamina B12, hierro, ácido fólico).
  • Bajadas de defensas.
  • Factores hormonales.
  • Predisposición genética.

Síntomas de las aftas

  • Dolor al hablar o masticar.
  • Sensación de ardor previo a la aparición de la llaga.
  • Úlceras de pequeño tamaño, solitarias o múltiples.

¿Qué es el herpes labial?

El herpes labial está causado por el virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1). A diferencia de las aftas, aparece en la parte externa de la boca, principalmente en los labios, y se caracteriza por la formación de pequeñas ampollas agrupadas que luego forman costras. Es altamente contagioso, especialmente cuando las ampollas están activas.

Causas y factores desencadenantes

  • Contagio directo por besos, contacto con saliva o utensilios contaminados.
  • Bajadas de defensas.
  • Exposición prolongada al sol.
  • Estrés y cansancio.
  • Cambios hormonales.
  • Fiebre u otras infecciones.

Síntomas del herpes labial

  • Hormigueo o picor previo a la aparición de las ampollas.
  • Formación de pequeñas ampollitas llenas de líquido.
  • Dolor y ardor en la zona afectada.
  • Formación de costras al cicatrizar.

Diferencias entre aftas y herpes

Característica Aftas Herpes labial
Localización Dentro de la boca Fuera de la boca (labios y alrededores)
Contagioso No
Aspecto Úlcera blanca o amarillenta con borde rojo Ampollas agrupadas con líquido
Duración 7 a 14 días 7 a 10 días
Causa Traumas, estrés, deficiencias nutricionales Virus herpes simple tipo 1

Tratamiento de las aftas

No existe una cura definitiva para las aftas, pero se pueden aliviar los síntomas y acelerar la cicatrización:

  • Enjuagues bucales con agua tibia y sal.
  • Aplicación de geles o enjuagues con ácido hialurónico o anestésicos locales.
  • Suplementación con vitaminas y minerales si hay deficiencias.
  • Evitar alimentos irritantes como cítricos, picante o café.

Tratamiento del herpes labial

El herpes no tiene cura definitiva, ya que el virus permanece en el organismo de por vida, pero los síntomas pueden controlarse con:

  • Medicamentos antivirales (aciclovir, valaciclovir).
  • Cremas tópicas para reducir dolor y acelerar la cicatrización.
  • Compresas frías para aliviar molestias.
  • Evitar besar o compartir objetos durante el brote.

Prevención: cómo reducir el riesgo

Prevención de aftas

  • Llevar una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales.
  • Mantener una buena higiene bucal.
  • Reducir el estrés con técnicas de relajación.
  • Evitar morderse los labios o las mejillas.

Prevención del herpes

  • Usar protector labial con filtro solar.
  • Evitar contacto directo con personas que tengan un brote activo.
  • Fortalecer el sistema inmunológico con una buena alimentación y descanso.
  • Controlar el estrés y el cansancio.

¿Cuándo acudir al médico?

En la mayoría de los casos, aftas y herpes desaparecen solos en unos días. Sin embargo, es recomendable acudir a un médico o dentista si:

  • Las aftas duran más de 3 semanas.
  • El dolor es intenso e interfiere con la alimentación.
  • Los brotes de herpes son muy frecuentes.
  • Se presentan síntomas generales como fiebre, inflamación de ganglios o malestar general.

Conclusión

Aunque aftas y herpes pueden parecer similares, son condiciones diferentes. Conocer sus diferencias es clave para tratarlos de forma adecuada y evitar complicaciones. Mantener una buena salud bucal, reforzar el sistema inmunológico y acudir al médico cuando sea necesario son las mejores herramientas para mantener la boca sana y libre de molestias.

 

 

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