Monja discapacitada expulsada de convento tras polémica investigación
Un caso inusual ha generado gran debate en Arlington, Texas, donde una monja con discapacidad fue expulsada de su convento tras ser acusada de romper su juramento de fidelidad religiosa.
La protagonista del caso
Se trata de la hermana Teresa Agnes Gerlach, de 43 años,
quien usa silla de ruedas y depende de un tubo de alimentación.
Durante una audiencia ante el obispo Michael Olson,
Gerlach admitió haber intercambiado mensajes y llamadas con
contenido íntimo con un sacerdote identificado como
Bernard Marie.
Sin embargo, la religiosa insistió en que nunca hubo encuentros físicos
y que todo ocurrió de manera virtual.
Las declaraciones de la monja
Durante la audiencia, se reprodujo una grabación en la que la hermana Gerlach explicó su situación:
“Obispo, quiero decirle algo. No sé cómo explicarlo, pero eso realmente no sucedió.
Todo fue por teléfono y videollamadas. En ese momento estaba pasando por una crisis
y creo que mi mente se descontroló”.
También reconoció que se había sentido atraída por el sacerdote,
lo que afectó su juicio y decisiones.
La expulsión del convento
Tras la investigación, la diócesis determinó que la monja había
violado su juramento religioso,
motivo por el cual fue apartada de la comunidad que dirigía.
La demanda contra la diócesis
La hermana Teresa presentó una demanda por un millón de dólares
contra el obispo Olson y la diócesis.
Los acusa de invasión de la privacidad,
incautación de sus dispositivos electrónicos y difamación.
Según su versión, las autoridades eclesiásticas ignoraron el hecho
de que no existió relación física,
basándose únicamente en conjeturas y en su confesión de que
su ciclo menstrual se retrasó un mes.
El futuro del caso
Actualmente, se evalúa si el proceso seguirá en un
tribunal civil de Texas o si será trasladado al
Vaticano, donde se abrió una investigación especial.
Un caso que genera debate
La historia de la hermana Gerlach ha despertado opiniones divididas
en la comunidad religiosa y en la opinión pública.
Algunos consideran que las sanciones fueron desproporcionadas,
mientras que otros creen que se trató de una violación clara
a los compromisos de su vida religiosa.
Lo cierto es que este caso pone en evidencia los retos que enfrenta la Iglesia
al manejar situaciones delicadas que involucran votos sagrados,
privacidad personal y el impacto de la tecnología en la vida religiosa.
Conclusión
El desenlace del caso aún está por definirse.
Lo que sí ha quedado claro es que la historia de la hermana Teresa
abrirá un debate más amplio sobre cómo se deben manejar situaciones
semejantes en la Iglesia y en los tribunales.