Los estudios revelan qué pasa cuando tragas el semen de tu pareja
Existen muchos mitos alrededor de este acto, pero gracias a estudios médicos.
podemos comprender sus verdaderos efectos, tanto beneficiosos como riesgosos.
¿Qué es el semen y de qué está compuesto?
El semen es un líquido producido por el aparato reproductor masculino. Su función principal es
transportar los espermatozoides, pero su composición va mucho más allá. Según investigaciones
médicas, el semen está compuesto en un 90% de agua y en un 10% por:
- Proteínas y enzimas que ayudan a la movilidad de los espermatozoides.
- Fructosa, que sirve como fuente de energía.
- Vitaminas y minerales como zinc, calcio, potasio y magnesio.
- Hormonas como testosterona y pequeñas cantidades de melatonina.
Aunque muchas personas creen que el semen es altamente nutritivo, lo cierto es que
una eyaculación promedio contiene entre 5 y 25 calorías, por lo que su aporte
energético es muy bajo.
¿Qué pasa cuando tragas semen?
Desde el punto de vista médico, el semen al ser ingerido
se procesa como cualquier otro fluido corporal.
Llega al estómago, donde los ácidos gástricos descomponen las proteínas y azúcares,
sin dejar rastros especiales en el organismo.
Sin embargo, lo interesante es que varios estudios han analizado tanto
los beneficios psicológicos y fisiológicos como los
riesgos asociados.
Posibles beneficios según la ciencia
Aunque no se trata de un “superalimento”, la investigación científica ha encontrado algunos
efectos curiosos relacionados con el consumo de semen:
- Mejora del estado de ánimo: Un estudio de la Universidad Estatal de Nueva York
encontró que mujeres expuestas regularmente al semen tenían menores niveles de depresión,
posiblemente debido a hormonas como estrógeno, testosterona y melatonina. - Fuente de minerales: El semen contiene zinc, calcio y magnesio, nutrientes
que participan en funciones importantes como la salud ósea y el sistema inmune,
aunque en cantidades pequeñas. - Propiedades antioxidantes: Se han identificado enzimas con capacidad antioxidante
que podrían ayudar a combatir radicales libres en el organismo, aunque no de manera significativa
a nivel nutricional. - Conexión emocional y coistica: Más allá de lo biológico, muchas parejas reportan
que este acto fortalece la intimidad y genera confianza.
Riesgos y precauciones
No todo es positivo. Existen riesgos importantes que deben considerarse antes de
tragarse el semen de la pareja:
- Transmisión de enfermedades coistica: El riesgo principal es el contagio de
infecciones de transmisión coistica (ITS) como VIH, gonorrea, clamidia, herpes o hepatitis. - Reacciones alérgicas: Aunque muy raras, existen casos documentados de
hipersensibilidad al plasma seminal humano, que pueden causar picazón, hinchazón o
incluso dificultad para respirar. - Problemas digestivos: En la mayoría de las personas no ocurre nada, pero en
algunos casos puede causar molestias estomacales leves.
¿Qué dicen los estudios médicos?
– Una investigación publicada en la revista Archives of Behavior sugirió que
la exposición al semen podría estar relacionada con mejor ánimo en ciertas mujeres,
aunque los expertos aclaran que no es un sustituto de ningún tratamiento médico.
– Estudios de la American Journal of Reproductive Immunology han analizado
cómo ciertos componentes del semen pueden influir en el sistema inmune de la pareja,
especialmente en la etapa de fertilidad.
– Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza que el mayor riesgo sigue
siendo la transmisión de enfermedades si no hay una relación estable y segura.
Lo que es mito y lo que es verdad
Existen muchos mitos alrededor de tragarse el semen.
Aquí los aclaramos con base científica:
- Mito: “El semen engorda” → Falso. Su contenido calórico es mínimo.
- Mito: “Es un superalimento” → Falso. Aunque tiene nutrientes, las
cantidades son muy bajas. - Mito: “Mejora la piel” → No hay pruebas científicas.
Es solo un mito popular. - Verdad: Puede transmitir ITS si no hay protección.
- Verdad: Contiene hormonas y sustancias que pueden tener efectos curiosos
en el cuerpo, pero no determinantes.
Conclusión
Tragarse el semen de la pareja es, en la mayoría de los casos, seguro desde el punto de vista digestivo,
pero no está exento de riesgos si existen infecciones de transmisión.
Aunque algunos estudios han encontrado posibles beneficios emocionales y psicológicos,
no debe considerarse como una práctica con ventajas médicas importantes.
Lo más recomendable es practicar siempre la seguridad comitiva y tener la información clara.
En definitiva: lo que para muchos es solo un tabú, para la ciencia es un tema de curiosidad y
estudio, con algunas ventajas, pero también con riesgos que no deben ignorarse.
Nota: Este artículo es informativo y no sustituye la orientación de un profesional de la salud.