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Insectos y Crustáceos: Más Parecidos de lo Que Imaginas (y Nutritivos También)

Cuando pensamos en insectos y en crustáceos como camarones, cangrejos o langostas,

solemos considerarlos muy diferentes. Sin embargo, desde el punto de vista biológico,
tienen mucho más en común de lo que imaginas. Ambos pertenecen al gran grupo de los
artrópodos, caracterizados por su exoesqueleto, patas articuladas y cuerpo segmentado.

Similitudes biológicas

Tanto los insectos como los crustáceos comparten una serie de características que los hacen cercanos:

  • Poseen un exoesqueleto de quitina que protege su cuerpo.
  • Tienen patas articuladas que les permiten moverse con agilidad.
  • Su cuerpo está dividido en segmentos bien definidos.
  • Ambos pasan por mudanzas, es decir, cambian de caparazón al crecer.

El vínculo evolutivo

Los estudios en biología evolutiva muestran que los crustáceos y los insectos comparten un ancestro común.
De hecho, los insectos son considerados por muchos científicos como un tipo particular de crustáceos terrestres
que se adaptaron para vivir fuera del agua.

“La biología moderna ha demostrado que los insectos no son tan distintos de los camarones o cangrejos que tanto disfrutamos en la mesa.”

Valor nutricional

Más allá de sus similitudes biológicas, insectos y crustáceos también tienen en común un perfil nutricional
que los hace muy interesantes en la dieta humana:

  • Proteínas de alta calidad: ambos son ricos en proteínas fáciles de digerir.
  • Vitaminas y minerales: contienen hierro, zinc, calcio y vitamina B12.
  • Ácidos grasos saludables: algunos insectos y crustáceos poseen omega-3 y omega-6.
  • Bajo impacto ambiental: en especial los insectos, que requieren pocos recursos para su producción.

Insectos en la dieta mundial

Aunque en muchos países occidentales comer insectos todavía genera rechazo, en gran parte del mundo son un
alimento tradicional y nutritivo. Algunos ejemplos incluyen:

  • Chapulines en México.
  • Hormigas culonas en Colombia.
  • Gusanos de maguey en distintas regiones de América Latina.
  • Saltamontes y grillos en Tailandia y Camboya.
Dato curioso: Comer insectos se conoce como entomofagia y la ONU ha recomendado promoverlo como alternativa sostenible a la carne.

Crustáceos en la gastronomía

Por su parte, los crustáceos forman parte de la alta cocina mundial. Langostas, cangrejos y camarones
son considerados manjares y poseen un gran valor culinario. La diferencia radica en que, culturalmente,
se aceptan con más facilidad que los insectos.

Reflexión final

Insectos y crustáceos comparten más similitudes de las que solemos imaginar. Ambos son artrópodos nutritivos
y forman parte de la dieta de millones de personas en el mundo. Quizá en el futuro, así como hoy disfrutamos de un cóctel de camarones,
también sea común degustar un platillo de grillos o chapulines en la mesa occidental.

 

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